Este lunes la música argentina está de luto con la muerte de María José Cantilo, una de las mujeres pioneras del rock nacional en los años 80.
Cantante, guitarrista y compositora, nació el 5 de julio de 1953 en el seno de una familia numerosa de Belgrano. La música siempre estuvo presente en su vida.
A los siete años aprendió a tocar la guitarra, una década más tarde compuso su primera canción y desde su adolescencia tuvo contacto con grandes figuras de la música local, como Pappo, Moris, Roque Narvaja y Miguel Abuelo, de la mano de su hermano mayor, Miguel Cantilo, exintegrante del dúo Pedro y Pablo.
La triste noticia se dio a conocer a través de las redes sociales. «Lamentamos informar el fallecimiento de María José Cantilo. Nuestro abrazo a sus familiares y seres queridos. Buen viaje, María José», comunicaron desde Radio Nacional.
En la década del 70 decidió alejarse de la ciudad para instalarse en El Bolsón, Río Negro, para vivir en una comunidad autosustentable, rodeada de la naturaleza, pero en 1982 regresó a Buenos Aires para comenzar su carrera como artista. En 1984 presentó María José Cantilo, su álbum debut, que contó con la participación de David Lebón, León Gieco, Osvaldo Fattorusso, Daniel Colombres y su hermano Miguel, pero no alcanzó el éxito que esperaba.
Lejos de rendirse, en 1989 lanzó En banda, su segundo álbum de estudio, en el que tocó junto a Oscar Moro, Claudio «Pato» Loza, Gustavo Dinerstain, Ángel Lombardo y Diego Gesualdi, pero tampoco logró las repercusiones que esperaba. Al año siguiente se animó a protagonizar una osada producción para la revista Playboy y en 1992 su vida tomó un giro inesperado.
La artista fue detenida por tenencia y tráfico de drogas y tuvo que pasar dos años y ocho meses en la cárcel de Ezeiza, una experiencia que la impulsó a escribir el libro Desde la cárcel (1994). «En la cárcel aprendí mucho. Pero me hice cargo. Lo asumí, lo elaboré y lo superé. No pretendo enterrar esa etapa de mi vida para que nadie la vea. Y la prueba está en que cargué con el estigma al hombro, caminé con él y siempre di la cara. Pero después de tanta oscuridad, me dediqué a asimilar luz. Lo primero fue Aimé… y después libros, música y amor. Ahora sólo tengo que evitar que me vuelva a pasar lo mismo», declaró en una entrevista.
Su paso por la cárcel no la alejó de su pasión y en el 2000 volvió a hacer presentaciones en vivo y nunca dejó de cantar. «No he tenido demasiada repercusión mediática con mis discos independientes, pero esta vez y en lugar de tratar de agradar al mercado quise hacer algo que me representara cabalmente», declaró sobre Esencia (2011), su último trabajo discográfico.
«Mis últimos discos los hice con Gaspar y con Baltasar (Comotto) y eran súper rockeros, pero aunque Esencia es de baladas, yo no me quiero bajar de ahí. A mí me gusta hacer música para conmover y eso tiene que ver con una cosa rockera de la que me siento parte», detalló la «aventurera del rock».