Sobre el final de la emisión de este miércoles de LAM, Ángel de Brito sorprendió a los televidentes con un anuncio inesperado: Ana Rosenfeld renunció a ser panelista del programa.
En el momento de la despedida, el conductor no se privó de preguntarle lo que todos los espectadores quieren saber. Sin más opción que responder dos picantes preguntas de Ángel, la abogada se sinceró.
Una vez dada la noticia, Rosenfeld tomó la palabra y expresó su gratitud a De Brito por haberla llamado para ser panelista. “Me van a seguir viendo porque supongo que me van a invitar -sostuvo-. Primero que nada, le quiero agradecer a Ángel, porque cuando me convocó en el mes de febrero, me preguntó si me animaba a ser angelita y yo dije ‘¡qué fuerte!’”.
Luego, Ana Rosenfeld explicó los motivos por los que decidió bajarse de LAM. “Tengo demasiadas cosas que hacer, que me obligan a faltar -dijo-. Tengo que viajar porque tengo conferencias, cursos que dar y divorcios que atender. Y me parece mal que ustedes tengan que poner un reemplazo todo el tiempo. Me parece desprolijo”.
En referencia a las demás panelistas del ciclo que se emite por América, planteó: “Somos todas diferentes, pero me siento cómoda, porque cada una tiene su rol y sabe perfectamente qué aporta y que no aporta al programa. Yo siento que, desde lo jurídico, aporté mucho y sé que voy a seguir aportando”.
“Realmente, me voy triste -siguió-. Porque es un hermoso equipo de gente, es un equipo lindo de profesionales. Y vos, Ángel, sos un divino”, le dijo al conductor, quien le respondió que siempre tendría las puertas abiertas para volver al programa ya sea como invitada o como panelista.
Las dos preguntas picantes
Hasta allí, fueron todas rosas en la despedida de Ana Rosenfeld de LAM. Pero, fiel a su estilo, Ángel De Brito le hizo las dos preguntas que todos estaban esperando. “Te quería preguntar dos cosas que te va a preguntar todo el mundo”, le advirtió a la panelista.
Y fue al hueso: “¿Cuánto pesó en esta decisión la aparición de tus ex clientas y todas las polémicas que se generaron alrededor de eso?“. Cabe recordar que apenas Rosenfeld comenzó a transitar el rol de panelista en el programa, comenzó a tener gran difusión mediática el reclamo de un grupo de ex clientas suyas que, según afirman, no habrían recibido de su parte el trato profesional adecuado.
Ante la consulta del conductor, la letrada fue terminante: “Eso no pesó para nada. Estas mujeres tuvieron cero incidencia“, dijo. Y añadió que el problema con ellas lo va a resolver en tribunales, porque “no puedo venir a la televisión con todas las pruebas”.
Aclarado ese punto, De Brito largó la segunda pregunta incómoda: “¿Cuánto pesaron tus discusiones con Yanina (Latorre) para que tomaras esta decisión?”. “Las discusiones con Yanina fueron sorpresivas para mí, porque antes teníamos una excelente relación”, contestó Rosenfeld. Y Yanina Latorre interrumpió: “No fueron sorpresivas, nos llevamos mal mediáticamente toda la vida”.
Decidida a hacer oír su verdad, Rosenfeld detalló: “Lo que pasa es que Yanina quería que, al aire, yo no fuera políticamente correcta con mis clientas. Cada vez que yo hablaba de una de mis clientas, ya sea Victoria Vannucci, Luciana Salazar, Wanda Nara, Karina Jelinek, Beatriz Salomón o todos los casos que pasaron por mi trabajo profesional, ella quería que yo no las avalara. Y yo las avalo”.
En ese punto, Latorre intentó armar una discusión, pero Rosenfeld se plantó y no le dio lugar. “Si vamos a hacer una polémica sobre si yo me voy por ella, no, no me voy por ella. Sepan que no. Y que si yo la tengo que volver a encontrar a la señora Yanina Latorre en otro lugar, no va a ser dicho públicamente. Despreocúpense: Yanina Latorre no es la causa de mi retirada“.