El cierre del aeropuerto de Heathrow en Londres, Inglaterra, ha provocado trastornos masivos, obligando a cientos de vuelos procedentes de todo el mundo a desviarse en pleno viaje.

Shukor Yusof, analista de aviación, explicó a CNN que muchos de los vuelos desviados procederían probablemente de Asia y el Pacífico, ya que sus rutas de larga distancia significan que habrían despegado antes del cierre y no tendrían la opción de dar marcha atrás.

Según Yusof, fundador de Endau Analytics, el proceso para decidir a dónde se desviarán los vuelos es dinámico.

Es probable que los pilotos sean informados del cierre del aeropuerto en pleno vuelo por el equipo de operaciones de la aerolínea, que estaría en estrecha coordinación con la autoridad británica de aviación para determinar un lugar donde aterrizar los aviones, explicó Yusof.

“Requiere mucha coordinación entre la autoridad británica y la aerolínea que viene a aterrizar”, dijo, añadiendo que los vuelos de larga distancia presentan “un reto más complejo” para el desvío.

Solo habría un número limitado de plazas disponibles en aeropuertos cercanos, lo que obligaría a pilotos y aerolíneas a buscar otras opciones fuera del Reino Unido en este caso, explicó.

Un factor importante y potencialmente decisivo en los cambios de ruta sería el combustible, ya que los pilotos podrían verse obligados a dar vueltas en el aire a la espera de una pista libre en la que aterrizar, según Yusof.

El viernes, 120 vuelos se vieron obligados a desviarse a aeropuertos alternativos o regresar a su origen como consecuencia del cierre de Heathrow, según el sitio de seguimiento de vuelos FlightRadar24.

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