La pandemia, el cambio climático y los conflictos violentos agravaron todavía más las disparidades de género en el mundo.
El un último informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres y el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DESA), revela un dato alarmante: al ritmo actual de progreso, alcanzar la igualdad de género llevará aproximadamente 300 años. Específicamente, se estima que serán necesarios hasta 286 años para cerrar las brechas existentes en materia de protección legal y en eliminar leyes discriminatorias, 140 años para lograr equidad en los puestos de poder y liderazgo en los lugares de trabajo, y al menos 40 años para una representación igualitaria en los parlamentos nacionales.
El documento adelanta además que, si no se toman medidas inmediatas, los sistemas legales que no prohíben la violencia contra las mujeres, los que tampoco protegen los derechos de las mujeres dentro del matrimonio y en la familia, y los que no garantizan la igualdad de derechos de propiedad y control de las tierras podrían existir por muchas generaciones más.
En diálogo con Infobae, Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, analiza el panorama en el marco del Día Internacional de la Mujer: “Este 8M nos encuentra con una problemática estructural común que, con sus diversas características, recorre todo el mundo: la violencia contra las mujeres. Si bien en muchos países y con el correr de los años hubo avances de derechos, aún queda un montón por hacer. Por eso, en Amnistía Internacional sostenemos que es indispensable realizar un diagnóstico sobre las deficiencias de las políticas públicas existentes, abordar causas profundas y adoptar un enfoque integral”.
Para Belski, una de las caras más crueles de violaciones de derechos contra mujeres, niñas y diversidades recrudece en Medio Oriente: “En Afganistán desde que tomaron el control del país en 2021, los talibanes han violado los derechos de las mujeres y niñas a la educación, al trabajo y a la libre circulación. Y en Irán la muerte bajo custodia de Mahsa (Zhina) Amini a manos de la policía de la ‘moral’ provocó un levantamiento popular sin precedentes. A pesar del peligro, las mujeres iraníes continúan en resistencia. El lema revolucionario ‘Mujer, Vida, Libertad’ sigue viéndose y oyéndose en todo Irán”.
Argentina
Entre los números locales surge que del 1 de enero al 28 de febrero de 2023 la organización La Casa del Encuentro registró 56 víctimas de violencia de género. 56 muertas en 59 días. Como consecuencia, 45 niños y niñas quedaron sin mamá.
“No encontramos las palabras suficientes y necesarias que abarquen el peligro, la soledad, la falta de rumbo en el que se encuentra una mujer en situación de violencia. No nos cansaremos de exigir la implementación y el cumplimiento de medidas de protección efectivas en todo el territorio nacional, y políticas públicas que trabajen especialmente en la asistencia y prevención con un abordaje federal”, declaran desde La Casa del Encuentro.
Horroriza también saber que en Argentina casi el 5% de las niñas y adolescentes están casadas o en situación de convivencia. Es decir, alrededor de 231 mil menores de 18 años. En su mayoría, con hombres bastante más grandes.
La Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), que viene estudiando la situación del “matrimonio infantil, temprano y forzado” ─que es el concepto aceptado en los documentos de las Naciones Unidas a nivel internacional para describir las uniones que ocurren antes de los 18 años de edad─, incluye los datos nacionales en un contexto regional que preocupa: las tendencias demuestran que América Latina y el Caribe (ALC) es la única zona del mundo que en los últimos 10 años no ha registrado descensos significativos de matrimonios y uniones convivenciales infantiles.
“Es una deuda pendiente hacer mención a las uniones y matrimonios infantiles como una forma de violencia contra las niñas, porque les compromete el resto de sus vidas. Estas niñas suelen dejar el colegio, van a ser madres precoces y a incrementar su pobreza. Hay que trabajar para cambiar pautas socio-culturales y desnaturalizarlas”, remarca Mabel Bianco, médica feminista y presidenta de FEIM.
Sobre los procesos de feminización de la pobreza y con el objetivo de sumar perspectiva de género a los análisis económicos, el Observatorio de Género del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) señaló a principios de marzo que en términos generales las mujeres de nuestro país siguen teniendo menor tasa de actividad que los varones, mayor desocupación ─sobre todo si son jóvenes─, y cuando acceden al trabajo lo hacen en empleos de menor calidad y en sectores de menor ingreso.
“Las mujeres ganan menos, poseen menos riqueza y destinan mayor porcentaje de sus ingresos al pago de impuestos vía impuestos indirectos y ─regresivos─ como el IVA”, es una de las conclusiones del documento de CEPA titulado “El 8M en perspectiva económica: de las brechas de género como desafío estructural, a las herramientas presupuestarias como forma de avanzar (2019-2022)”.
“Las mujeres no lloran, las mujeres facturan”, canta Shakira. Y sin embargo, no es así.
Mariana Fernández Camacho/ Infobae