La Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EE.UU. se reunió este martes con un motivo poco común: discutir los avistamientos y encuentros con objetos volantes no identificados (OVNI) o lo que el Gobierno estadounidense denomina «fenómenos aéreos no identificados» (UAP, en sus siglas en inglés).
Los avistamientos son «frecuentes y continuos», reconoció a los legisladores Scott Bray, subdirector de inteligencia de la armada en el Departamento de Defensa. Bray y su superior, Ronald Moultrie, principal responsable de inteligencia en el Pentágono, protagonizaron la primera comparecencia oficial pública sobre OVNI en EE.UU. en más de medio siglo. El último intento de transparencia alrededor de estos fenómenos lo impulsó en 1969 el entonces diputado -después llegaría a la presidencia- Gerald Ford.
El interés sobre este asunto se ha disparado en EE.UU., con una creciente presión de los legisladores sobre las autoridades militares y de inteligencia para que revelen la mayor información posible al respecto. Eso ha llevado al Congreso a imponer que el Pentágono ofrezca explicaciones periódicas sobre los avistamientos e impulsó la publicación el año pasado de un informe por parte de la Oficina del Director Nacional de Inteligencia. En este se reconocía la existencia de 144 registros de avistamientos o encuentros con ovnis entre 2004 y 2021 por parte de pilotos estadounidenses.
No hubo intento de comunicación
Entre esos 144 incidentes, hay 21 fenómenos que mostraron un comportamiento considerado más allá de las tecnologías al alcance de EE.UU. En 18 de esos casos, los objetos o imágenes percibidos se movían «a una velocidad considerable sin una forma discernible de propulsión».
«No tenemos explicación para un número de esos incidentes, y son los que tienen más interés», reconoció Bray. «Pero no hacemos conjeturas sobre su origen».
Los mandos militares negaron que hubiera ningún caso en el que el ejército hubiera recuperado restos de un accidente de alguno de estos objetos o que hubiera pruebas de que fueran «de origen no terrestre».
También detallaron que en once de los casos se estuvo cerca de la colisión y que no hubo intento de comunicación con los ovnis.