Este sábado en Resto del mundo Fede Bal relató desde la cama de la clínica de Rio de Janeiro donde se recupera de una fractura, cómo fue el accidente que le ocurrió a bordo de un parapente motorizado durante la grabación del ciclo.
Como es habitual en el ciclo, el actor relató en off su viaje a la ciudad de Paraty, donde visitó unas cascadas junto a Nicolás, un argentino que tiene una posada en esa ciudad desde hace varios años. “En este nuevo especial, vamos a vivir una de las aventuras más arriesgadas de mi vida, paso a paso”, adelantó.
Las imágenes se iban sucediendo, mostrando a Fede en una arriesgada incursión a unas cascadas de la zona, donde los turistas se dejan llevar por el rápido fluir del agua, pero nada le ocurrió. Aunque, como él mismo relató, en su siguiente aventura no la iba a pasar nada bien.
EL TREMENDO ACCIDENTE DE FEDE BAL EN RESTO DEL MUNDO
“Fue una de las experiencias más shockeantes de las que me tocó vivir porque, a veces, cuando parece que todo va a salir bien, mientras más alto vibrás, es cuando más expuesto estás. La cosa es así: nos invitaron a disfrutar del mejor atardecer de Paraty, para verlo desde el aire con la mejor luz. Muy difícil decir que no a semejante plan, porque un aventurero que no arriesga tampoco gana”, relató Bal.
“¿Vieron que, a veces, antes de hacer algo arriesgado, te dicen que no va a pasar nada? ¿Que es una posibilidad en un millón? Bueno, hoy me tocó ser la única posibilidad. Llegamos en la van de Nicolás hasta la pista donde despegaban estos parepentes motorizados, o mejor dicho paramotores”, agregó el conductor.
“Básicamente, son unos aparatos voladores compuestos de una cabina a la intemperie, bastante rústica con una gran hélice en la parte de atrás, que sirve de impulso una vez que la vela gigante, que hace de ala se despliega gracias al viento”, señaló Federico, antes de poner al aire su diálogo con el conductor de los vehículo, que llevaba 26 años haciendo este tipo de experiencias.