Roberto Ariel, jefe de Terapia Intensiva del Hospital San Roque de Paraná, explicó que el bebé que falleció durante el operativo especial por el incendio en el nosocomio estaba internado en grave estado desde hacía tres semanas. Aclaró que su fallecimiento no tuvo relación directa con el momento del traslado.

“Estamos hablando de un paciente en extrema gravedad. No era la primera vez que se internaba en el hospital, con condiciones mórbidas de altísimo riesgo. Estaba hace tres semanas tratando de hacer la mejor ventilación posible con distintas estrategias en cuanto a la parte respiratoria. Era de muy alto riesgo y posible mortalidad en cualquier circunstancia“, explicó.

Consultado sobre el motivo del traslado, dijo que “por el protocolo hubo que cortar el suministro de oxígeno a la torre y ese chico necesitaba oxígeno como todos los que teníamos en terapia”. Aclaró que continuó sin alteraciones su estado durante el traslado.