En 2016, cuando cayó Nicolás Castrogiovanni por narcotráfico, un apellido comenzó a resonar en el ámbito judicial: Aguirre. Primero, porque Victorio Bernardo era el director de la Unidad Penal 6 de mujeres en Paraná y terminó vinculado a la poderosa organización del barrio Paraná XVI y condenado. Segundo, porque Pedro apareció como el ladero del “Gordo Nico”.

Tras recuperar la libertad luego de cumplir una pena de seis años y ocho meses de cárcel, Pedro Guillermo Aguirre siguió vinculado a la venta de drogas en calidad de proveedor.

En la sentencia contra la organización de Castrogiovanin, en el juicio realizado en 2017, el Tribunal sostuvo que Pedro Guillermo Aguirre era “la mano derecha de Nicolás Castrogiovanni”. Su función en la organización delictiva que operaba en la capital entrerriana era ser “distribuidor” del estupefaciente y también “hacer la cobranza” de las transacciones.

La acusación de ese grupo de unas 15 personas estuvo en manos del fiscal general José Candioti, quien hoy otra vez tiene sentado enfrente a un Aguirre. Victorio, también estuvo dos veces porque en el primer juicio lo absolvieron y la fiscalía insistió y obtuvo una condena.

Ahora a Pedro Guillermo lo juzgan por ser proveedor de 21 kilos de marihuana a narcos concordienses que fueron condenados en noviembre del año pasado.

En juicio abreviado, Néstor Oscar Brítez recibió una pena de cinco años, Alejandro Gómez y Hugo Orlando Córdoba, una condena de cuatro años de cárcel.

Los tres cayeron durante un operativo realizado por el Escuadrón 4 “Concordia” de Gendarmería, que interceptó un micro de larga distancia el 22 de diciembre de 2023, a las 5:30, en el kilómetro 240 de la Ruta Nacional Nº14, en el departamento de Concordia.

Según la fiscalía, Brítez, Gómez y Córdoba llevaban en conjunto y de forma organizada 21,815 kilogramos de marihuana, distribuidos en 26 paquetes. Los paquetes estaban ocultos en tres bolsos ubicados en los maleteros superiores correspondientes a las butacas números 33, 36 y 46 del micro. El destino final del transporte era Monte Caseros, provincia de Corrientes.

Durante el operativo, se observó a Brítez ocultando un objeto detrás de la cortina del parabrisas delantero, el cual resultó ser un revólver marca Pucara calibre 38 con tres municiones cargadas. Además, en su mochila se encontraron 360,000 pesos argentinos y dos teléfonos celulares. Paralelamente, Gómez, ubicado en el asiento N° 3, manifestó espontáneamente que viajaba junto a Brítez y Córdoba, lo que llevó a la revisión de los bolsos en los compartimentos superiores.

Ese operativo desencadenó que el Juzgado Federal de Concordia, a cargo de Analia Ramponi, profundizara la investigación y no se quedara con los tres detenidos. Fue así que Gendarmería comenzó a realizar pericias que le permitieron obtener un apellido: Aguirre.

Todos los datos apuntaron a Paraná y Colonia Avellaneda. Desde ahí la fuerza de seguridad nacional comenzó a encontrar datos que le permitieron generar un estado de sospecha contundente para pedir un allanamiento.

En mayo de 2024, la Sección de Investigaciones Antidrogas del Escuadrón °4 “Concordia” de la Gendarmería Nacional allanó tres domicilios, dos en el barrio Paraná XIII de la capital provincial y el restante en una vivienda de Colonia Avellaneda.

El operativo puso tras las rejas a Pedro Guillermo Aguirre. Junto a él, los gendarmes hallaron una notebook, una filmadora, una tarjeta de memoria, un disco externo, un disco rígido interno, seis celulares y un pen drive. Todos cuyos datos guardados sirven para que la fiscalía sostenga una acusación en el debate que preside Noemi Berros.

La defensa de Aguirre la lleva adelante el defensor oficial Mauricio Zambiazzo. En los próximos días declararán en el debate distintos protagonistas que intervinieron en la investigación.

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