El ingreso de Esmeralda Mitre al directorio de La Nación revolucionó a la empresa propietaria del diario más antiguo y del canal de televisión más joven del ámbito metropolitano.
A la “tribuna de doctrina” llegó una nueva y muy particular jugadora, que hace oír su voz cuantas veces tenga ganas y no se guarda ninguna opinión. En las últimas horas, por ejemplo, la actriz se cruzó con una de las caras más visibles y públicas de la firma, Alfredo Leuco, y sus palabras propiciaron el inicio de una guerra entre ellos.
Leuco es uno de los arietes periodísticos de La Nación +, el canal que se ha vuelto un puntal opositor al gobierno y que desde esa posición no para de crecer en el rating. Aunque en un comienzo la emisora tenía un perfil bajo y meramente informativo, decidió dar un giro de 180 grados tanto a su programación como a su estilo y se volvió uno de los principales referentes de crítica a la gestión que encabezan Alberto y Cristina Fernández. Jony Viale, Eduardo Feinmann, Luis Majul y precisamente Alfredo Leuco le dan forma a una especie de “poker” o “scrum” de choque contra todas las políticas de la Casa Rosada.
Esmeralda Mitre forma parte de la línea sucesora de los fundadores del diario La Nación, creado en 1870 por Bartolomé Mitre. Su padre, que también se llamaba Bartolomé en esa curiosa tradición de las familias poderosas de ponerles los mismos nombres a sus hijos varones, falleció hace unos años, y la pelea por su herencia puso a Esmeralda a batallar contra sus propios hermanos, que en un primer momento la habían dejado afuera de las decisiones de la empresa que es pilar del imperio.
Una resolución judicial y luego un acuerdo interno le permitieron a la rubia, que hace un tiempito se cruzó feo con Pepito Cibrián y abandonó la obra para la que había sido contratada por el director, ocupar un lugar importante en la máxima estructura de la compañía. Y desde allí anunció que intentará reformular muchas de las estrategias actuales del períodico, el resto de las publicaciones, el canal y los portales web que le dan vida a uno de los conglomerados mediáticos más grandes de la Argentina.
Una noche, Leuco y Esmeralda se encontraron en un evento. Y hubo una foto de los dos con una sonrisa que a cientos de kilómetros ya se observaba un tanto forzada. De repente aparecieron las versiones: se dijo que detrás de esa imagen había una historia que merecía ser contada, y que lo que sucedió en ese instante podía representar el comienzo de una pelea interna muy grande y muy potente. Ante el crecimiento imparable de los rumores, fue la propia Esmeralda la que intentó aclarar las cosas, y terminó “oscureciendo” su relación con el periodista.
En su cuenta de Twitter, donde la siguen 82.400 personas, Esmeralda contó lo cómo fueron los sucesos. “Lo ocurrido con el periodista Alfredo Leuco de La Nación! Nos encontramos, nos pidieron una foto, él dijo “¡Si!, ahora que somos socios”, a lo que muy educadamente le dije: “¡No! Discúlpame, soy tu jefa!”. Aclaro porque jamás dije ”Soy la dueña” como dijeron por ahí!. ¡Lo soy! Pero no se dice eso!”. Con “educación”, le puso los puntos. Vos, empleado mío.