“No tengo redes, me levanto a las 5.30 y me voy al River Camp”, dijo el entrenador que encadenó su octava victoria consecutiva sin recibir goles en el plano local ante Independiente y se alejó una vez más a seis unidades de San Lorenzo, su único perseguidor.
Ni el hincha de River Plate más optimista esperaba que luego del ciclo que lideró Marcelo Gallardo durante ocho años y medios, su continuidad con Martín Demichelis como entrenador iba a tener un arranque tan prometedor. El Millonario derrotó a Independiente por 2-0 en el estadio Monumental y encadenó su octava victoria consecutiva en la Liga Profesional de Fútbol para recuperar la ventaja de seis puntos sobre San Lorenzo, su único perseguidor hasta el momento.
“No tengo redes, me levanto a las 5.30”
El éxito de una de las características que suele cegar a los directores técnicos pero Micho tiene bien claro como manejar dicho tema mientras no está dentro del club. “No tengo redes sociales, me levanto a las 5.30 y me voy para River Camp, vuelvo a la noche, estoy un rato con mi mujer y mis hijos, donde en ese momento no prendo el televisor a menos que sea por un partido, prendo la computadora, me entero muy poco de ese exitismo que vos decís. Obviamente que cuando me cruzo con el hincha de River siento ese apoyo y ese sentimiento de cariño y de respeto recíproco. Después no ando buscando el qué dicen. Capaz me entero por cantidad de amigos y familiares que están disfrutando de este River y me transmiten su máxima felicidad”, comentó en conferencia de prensa.
Con 784 minutos sin recibir un gol en el plano local, el entrenador no le da importancia a los números y los récords. “Las estadísticas están ahí y se quedarán en los libros o donde tengan que quedarse. A nosotros los análisis nos sirven más que las estadísticas para seguir sosteniendo, mejorando, creciendo, corrigiendo. La gente viene a ver goles, eso está claro. Si se puede jugar bien y encima ganar, mejor. Hoy hubo varios partidos que se definieron en la última jugada… a veces hay que mirar el vaso medio lleno, no el vacío. El equipo volvió a ganar sin sobresaltos, metió dos pero podría haber metido un 3-0 e incluso hasta un cuarto”, agregó. Además, admitió que quedó más que conforme con la actuación colectiva de sus dirigidos: “Fue un clásico donde no sufrimos sobresaltos, creo que el rival nos llegó muy poco. A la gente que ya exige o espera un dos o tres a cero en el primer tiempo, le digo que en el fútbol argentino está todo muy equiparado y que hay grandísima competitividad entre todos. Yo como entrenador me voy muy contento a casa”.
Infobae.