Heidi Cooke, de 11 años, lleva jugando al fútbol desde que tenía dos años, cuando su madre, Katie Cooke, la llevaba a las sesiones para niños pequeños.
Ahora, Heidi entrena 10 horas a la semana en su escuela de fútbol, además de practicar diariamente en su jardín. Su madre reveló que su hija “tiene una piel gruesa cuando se meten con ella en las redes sociales, a los que no duda en callar mostrando sus habilidades con la pelota”.