Este lunes, falleció a los 85 años de edad la actriz Mabel Pessen. Muchos de sus colegas le dejaron conmovedores mensajes para despedirla.
Su nombre real era Mabel Pezzente. Estaba afiliada a la Asociación Argentina de Actores y Actrices desde 1963. Nació y vivió toda su vida en el barrio de Barracas e inició su carrera artística en 1962 con el ciclo televisivo Señoritas alumnas de Abel Santa Cruz y luego realizó Su comedia favorita y Estrellita, esa pobre campesina, convirtiéndose en una talentosa actriz de reparto y de composición.
Desde entonces, participó de innumerables cantidad novelas y unitarios. “Su extensa labor televisiva incluye recordados programas como “Rincón de luz”, “Casados con hijos”, “Se dice amor”, “Floricienta”, “Showmatch”, “Los simuladores”, “Una voz en el teléfono”, “La extraña dama”, “Pobre Diabla”, “Estrellita, esa pobre campesina”, “Buenos vecinos”, “Dos a quererse”, “Naranja y media”, “Aquí no hay quien viva”, entre muchos otros”, enumeraron desde Actores.¿Cuánto vale la verdad?Tu apoyo es fundamental para nuestro futuro.
Su trayectoria teatral incluye obras como “Jezabel”, “Las mujeres siempre son” y “Antes de entrar, dejen salir”. Mientras que en su filmografía se encuentran los títulos “Bora Bora”, “El abismo”, “Los gatos”, “Un gaucho con plata”, “Sucedió en el internado”, “Mala época”, “Tango”, “Cuatro de copas”, “Evita” de Alan Parker, “Al fin mi vida”, entre otros. Desde 1996 hasta el año 2000 fue dirigente de la Secretaría Mutual durante las presidencias de Pepe Novoa y Jorge Rivera López.
En los últimos años era una activa integrante del Centro Osvaldo Miranda de adultos mayores del sindicato. En 2005, la Asociación Argentina de Actores y el Senado de la Nación le entregaron el Premio Podestá a la Trayectoria Honorable y en 2013 recibió su medalla por 50 años de afiliación al sindicato. “Lo mío es entretener a la gente. Me apasiona hacer el ridículo”, advirtió en una entrevista hecha años atrás.
De su niñez quedará el recuerdo de que apenas pasaba el metro de estatura cuando la subían a la mesa familiar a recitar versos y que en aquel juego casero de rima va, rima viene, definió su misión en el mundo. “Llenarse de bronca no sirve. Pero es verdad, ¡en ficción siempre fui frígida; siempre fui la solterona y ahora me ponen como viuda! ¡Será porque era gordita!”, analizaba por entonces la graciosa actriz.