Murío Gal Costa, la reina del Tropicalismo, una de las mayores voces de la música brasileña, falleció hoy, miércoles 9 de noviembre, en San Pablo, a los 77 años.
La artista había cancelado su participación del sábado último en el Primavera Sound de San Pablo; al parecer no se habría terminado de recuperar de una operación en la que le extirparon un bulto de la fosa nasal derecha en septiembre.
La información de su muerte fue confirmada por su oficina de prensa, aunque no se aclaró la causa de su deceso.
Gal Costa tenía previsto presentarse con su gira “As Varias Puntas de una Estrella”, entre diciembre y enero.
Nació en Salvador de Bahia, el 26 de septiembre de 1945, como Maria da Graca Costa penna Burgos, “Gracinha”, en un hogar de clase media y en el que su madre fue su principal apoyo a la hora de elegir su carrera.
Una carrera luminosa
Una artista con una carrera luminosa de 55 años, 40 discos y una serie de canciones que se convirtieron en inolvidables como Corazón Vagabundo, Baby, País tropical, Falsa bahiana, Aquarela do Brasil, Festa do Interior o, Sonho meu, entre otros.
Gal Costa fue una de las piedras angulares del Tropicalismo, una corriente que revolucionó la música brasileña. Un colectivo artístico que tenía a Caetano Veloso, Maria Bethania y Gilberto Gil como principales estandartes.
Con poco más de 20 años participó en seis de los doce temas de un disco histórico, Tropicalia o pan y circo, en 1968, un disco de culto, donde su voz sobresale por su frescura, su swing y un timbre absolutamente personal. Allí grabó precisamente con Caetano, Baby, caballito de batalla de la cantante a lo largo de su carrera.
Poco antes, en 1967, grabó en dúo con Caetano Veloso en guitarra y voz, un disco impecable, Domingo. No fue un álbum de tropicalismo sino más de una bossa nova tardía y algo de MPB.
La juventud brasileña descubre a Gal, una artista que, con 22 años, canta con una soltura y una madurez asombrosa. En ese disco estaba su primer éxito, Corazón vagabundo, otro de los temas que con diferentes vestidos cantó en sus conciertos.
Un estilo único
Gal fue una intérprete exquisita, su versatilidad le permitía recorrer géneros diferentes y emociones distintas. Su voz suave, con un toque de elegante sensualidad y levemente agudo creó todo un estilo dentro de la música brasileña. Tenía una natural tendencia hacia las canciones románticas que con su delicado fraseo las vestía de gala.
A su talento natural, Gal le sumó una simpatía a prueba del tiempo. Su expresividad transmitía una inefable sensación de amistad con la audiencia. Si bien, no era volcarse sobre su auditorio, lo mantenía cerca pero con cierta distancia a la vez. Se movía sin jactancia como una verdadera diva en el escenario.
El último posteo
Horas antes de su muerte llamó la atención el posteo oficial de la cuenta de la artista, publicado a las 8.59. “Mi amor, me traes suerte”, se puede leer, entre dos tréboles de cuatro hojas, en la publicación realizada desde el perfil de Gal en alusión a Caetano Veloso. Al pie, como elemento informativo, se presentaba un video de un concierto como tantos: “Gal Costa y Caetano Veloso cantan ‘Sorte’, de Ronaldo Bastos y Celso Fonseca, en Programa Chico e Caetano, en 1986″.
Mensaje de Gal Costa en las redes minutos antes de morir (Twitter)
A continuación, como habían anunciado las palabras, llegaron las imágenes. Los dos bahianos interpretan un fragmento de la canción con admiración mutua, con esa química que transmitían en escena. Esa que se cimentaba en las bases sólidas del tropicalismo de los alocados ‘60 y que se mantuvo inalterable hasta las últimas horas, aunque más no sea en el universo virtual.
Acaso sin palabras, embargado por la emoción, incrédulo ante lo inesperado, el autor de “Sampa” reaccionó con dos emojis: un dedo señalando a un corazón. Es que desde Bahía hicieron su camino desde muy pequeños. Junto a él debutó en 1964, en el espectáculo Nós, Por Exemplo, del que formaban parte también Maria Bethânia, Tom Zé, Gilberto Gil.
Tras conocerse la noticia de su fallecimiento, de inmediato las redes sociales se inundaron para transmitir las condolencia de un país. Desde el flamante presidente electo Luiz Lula Da Silva, hasta colegas como Gilberto Gil o Marisa Monte y miles de seguidores de su tierra y de todo el mundo que disfrutaron en su voz.