Rodrigo De Paul brindó su primera entrevista luego de la conquista en la Copa América 2024 y puntualizó un hecho ocurrido en la final contra Colombia: los jugadores de la selección argentina vieron el llanto de Lionel Messi en las pantallas del estadio y desde allí se compenetraron para imponerse.

“Cuando salió Leo no sé si pensamos ‘uy, cagamos’, pero decís ‘la puta madre, salió el que frota la lámpara’. Lo enfocaron en la pantalla cuando estaba llorando y eso lo vimos en la cancha. En general, en la pantalla marcan el tiempo, es atípico que muestren eso. Se generó un griterío total por esa imagen y nosotros la vimos. Ahí dijimos ‘es por él’. Quedaba poco, uno estaba cansado. Ya el plan de partido queda un poco en segundo plano. Siento que fue por él ahí”, reveló en el programa Soñé que volaba (Olga).
Además, se remontó al plus que generó la presencia del rosarino como líder en el Mundial de Qatar 2022: “Fue todo por él. No lo impone, pero transmite algo muy sano, de mucha paz, es imposible no quererlo. Y, cuando lo conocés, todavía más”.

Sobre aquella conquista, expresó: “El Mundial era un sueño por todo lo que él había luchado. Es lo más lindo que te puede pasar, pero la sensación que sentís, los lugares a los que vas, son demasiado fuertes. No sé si alguien está tan preparado para eso. No sé si lo quiero volver a vivir. Y cuando veía a este tipo, que lo volvía a intentar cada cuatro años sabiendo lo que genera, que solo lo gana uno y hay más posibilidades de perder… Cuando estás adentro y vivís lo que sintió, es imposible no empatizar con él”.
¿Qué significa Messi en la vida de De Paul?
Rodrigo de Paul fue contundente: “Hoy es un amigo. Fue la persona de mi círculo que siempre daba en la tecla con sus consejos u opiniones. Pasó a ser una figura, una persona muy importante por esto. Me bajaba en momentos que necesité, tuvo la palabra justa y se convirtió en alguien en quien yo me apoyé mucho en esos momentos. Y haber vivido los mejores años de mi vida a nivel fútbol al lado de él es todo”.

El número 7 contó también que le tocó el control antidoping luego del partido y se refirió a la convivencia de 43 días con sus compañeros: “Hacemos cosas de boludos de 12 años. Uno piensa cómo nos podemos divertir con eso. Aunque el día de la final capaz no te hacen reír las mismas giladas”.
Respecto al fervor popular, manifestó: “La gente está muy manija, pero disfrutándolo. Sentís toda una carga de la gente que no tiene un día a día tan lindo y a nosotros todo eso nos llega. Somos seres humanos y sabés lo que está pasando. Esa carga de querer hacer feliz a alguien no es fácil. Tampoco querés fallar. Es la presión más grande que podés tener”.
Y concluyó: “Debe ser durísima la parte en la que no conseguís lo que te piden. Nuestra generación vivió las dos partes, entiende de qué se trata. Pero los nenes creen que Argentina gana siempre cuando estuvimos 28 años sin ganar nada. A los nenes hay que explicarles que no siempre fue todo así. En los últimos cinco años perdimos dos partidos. Es todo muy fuerte”. El futbolista de 30 años vivió en primera persona la pasión que genera la repercusión de un nuevo título con Argentina, a punto tal que decenas de personas se agolparon en los vidrios del estudio para seguir una entrevista que logró que el canal de streaming se ubicara como el espacio hispanohablante con más espectadores en vivo en YouTube durante ese momento y en el segundo a nivel mundial.