Roxy Vázquez recibió el alta médica, tras ser internada por segunda vez a causa del dengue: “Fue un cuadro viral severo”.
La periodista volvió a estar internada a menos de un mes de recibir el alta por dengue y, tras la preocupación, contó que regresó a su casa para continuar con la recuperación.
“Chau. Gracias por todo. A seguir la recuperación en casa. Felices Pascuas”, escribió la conductora de Tempraneros (TN) el domingo 31 de marzo.
A su vez, en diálogo con TN Show, detalló sobre su salud: “Fue un cuadro viral severo que avanzó por las bajas defensas que dejó la enfermedad. Tengo que ir recuperándome de a poco, comer bien, descansar, tomar mucho líquido”.
“En dos días me hago un chequeo de recuento de plaquetas nuevamente. Todavía siento el cuerpo débil y cansado, me dijeron que es normal, que es el proceso posdengue”, explicó Roxy Vázquez.
Qué le pasó a Roxy Vázquez
Roxy Vázquez contó que fue internada nuevamente a menos de un mes de recibir el alta por dengue y generó preocupación.
A través de sus historias de Instagram, la conductora se mostró desde el hospital y escribió: “Dengue parte 2. Gracias a mi familia y amigos por estar. Gracias a todos mis compañeros del noti y del canal por preocuparse y ofrecer su ayuda”.
“Cuídense por favor, el dengue no es joda”, concluyó. Tras la incertidumbre por su salud, Roxy Vázquez dialogó con TN Show y aclaró: “Es un cuadro derivado de un sistema inmune que quedó débil después del dengue, no es dengue”.
“Quedé con las defensas bajas y algo, que no se sabe bien que es, me disparó varios síntomas de nuevo como picos de fiebre, cefalea y temblores“, detalló.
Cómo empezó todo
La comunicadora había sido dada de alta hace tres semanas tras estar internada seis días por dengue y narró los fuertes síntomas que experimentó.
Vázquez habló con el equipo de Tempraneros (TN) y contó que empezó a sentirse mal mientras estaba al aire: “Me agarró un fuerte dolor atrás de los ojos y me dolía mucho el cuerpo”.
“Llegué a mi casa y cuando me acosté, me desmayé. A las dos horas me desperté peor, con más dolor. Otro síntoma era que no tenía ganas de comer. No tenía hambre, y cuando comí, vomité todo y terminé en el piso, temblando. Un desastre”, agregó.