El perfil de Noe Oliva en las redes sociales indica que “acompaña a las mujeres que transitan o han vivido el tratamiento de quimioterapia y rayos”. No es médica ni psicóloga: ella tiene el conocimiento de la experiencia propia.
En el 2019 le detectaron un tumor en el cuello del útero y hoy, a pocos días de celebrar su cumpleaños número 47, vive otra realidad: no solo logró vencer la enfermedad sino que además potenció su profesión con el valor de la resiliencia y la empatía. Desde su atelier en Villa Urquiza, ayuda a reforzar la autoestima de las mujeres que están pasando lo que ella misma vivió.
“Me salvó lo emocional”
“Durante el proceso de quimio me maquillaba, me peinaba, yo quería verme y sentirme bien. Más allá de la medicina, a mí me salvó lo emocional porque uno siempre linkea cáncer con que se va a morir y no quería que pase eso”, le dijo la consultora de imagen a TN.
El papá de Oliva era médico y ella está segura de que “desde arriba” la ayudó. La manchita que tenía, y que luego se convirtió en tumor, no se detectó a través de los estudios de rutina habituales (papanicolao y ecografía), pero un sangrado inusual hizo que ella le insistiera a su médico en profundizar los análisis.
“No soy extremista, hipocondríaca ni tengo miedo, pero algo me decía que tenía que seguir investigando. Cuando me indicaron que tenía que hacer quimio y rayos, entendí que era importante lo que pasaba y a todos los cambios en el cuerpo los tomé como parte de un proceso que tenía que pasar”.
Noe considera que “lo más importante es conocer las debilidades y fortalezas de cada una, y abrazarse frente al espejo”. “Tengo cicatrices por doquier que son parte de mi vida, de mi sanación. La perfección no es un cuerpo 90-60-90, la perfección es una misma”, aseguró.
“Nunca pensé que me iba a morir”
Oliva intentó no dejar de recibir a sus clientas en el atelier, incluso después de salir de alguna sesión de quimio: “No les conté de mi enfermedad y cuando se enteraron no podían creer que yo estaba atendiendo, pero para mí no había algo mejor porque quería sentirme activa”.
“No les digo que se lleven un vestido y listo, hacemos charlas para conocernos, saber qué detalles se quieren disimular y si alguna mujer tuvo o tiene cáncer, se produce una distensión muy grande al poder hablarlo. Nadie más que yo sabe por lo que está pasando esa persona”, dijo la productora de moda.
A quienes están atravesando el cáncer, Noe les aconseja: “Para acompañar el proceso de cambios en el cuerpo, es clave desde qué lado de la enfermedad te parás: si desde la victimización o desde pensar cómo resolver y avanzar”.
“Nunca pensé que me iba a morir porque tengo mucho por hacer. Trabajar con esta vivencia en el atelier es como una segunda oportunidad que me da el universo, Dios, para poder ayudar”, reflexionó.