Con la llegada de la Semana Santa y la tradicional inclinación hacia los platos a base de pescado, los expertos destacan la importancia de adoptar medidas para un consumo seguro y se enfatiza la necesidad de informarse sobre las prácticas de compra y preparación y que minimicen los riesgos de contaminación.
A la hora de comprar pescado fresco, se debe prestar atención a la higiene del lugar y que los productos estén conservados en hielo. El pescado debe tener olor ligero, pigmentación viva y brillante, los ojos opacos o hundidos y la sangre roja y brillante.
Es esencial la cadena de frío: debe ser el último producto en comprarse, y refrigerarse lo antes posible. Las piezas frescas pueden conservarse de uno a dos días en heladera y hasta tres meses en el freezer.
A la hora de comprar envasados, es necesario verificar la fecha de vencimiento y sus registros sanitarios, constatando que estén bien cerrados, sin roturas ni golpes. En el caso de los enlatados, no deben presentar hendiduras ni óxido y al abrir la lata no deben desprenderse gases ni olores extraños.
Durante la preparación de los alimentos lavar y desinfectar utensilios, superficies y manos cuantas veces sea necesario. También se debe evitar la contaminación cruzada: los productos cocidos y crudos se deben manipular por separado.
Es importante aclarar que, si bien el ácido cítrico de los limones puede reducir o inactivar algunas bacterias, no elimina las patógenas que puedan llegar a contener los alimentos crudos o cocidos.
Dónde acudir ante irregularidades
Ya sea en Semana Santa o en cualquier otro momento, en caso de encontrarse con irregularidades se recomienda no adquirirlos y informar a las autoridades. Se puede hacer la denuncia a través de https://portal.entrerios.gov.ar/formulario/127.
Para cualquier consulta o duda sobre estas recomendaciones, comunicarse con el Instituto de Control y Bromatología al teléfono 0343 423-5761 o a [email protected].