El conductor arrancó el programa festejando un cumpleaños muy especial para él.
“Hay un millón de conductores en todo el mundo, pero ninguno como el nuestro. En un día especial, con ustedes el gran Emperador, Alex Caniggia!!!”, lo presentó Walter Queijeiro.
“¡¡¡Hoy 30 años!!! ¡¡¡Qué numerazo!!! Estoy hecho pelota, los 30, cambié el número de adelante, la década. Cambio todo, ésta es mi década, éste es mi año”, arrancó el conductor.
“Ya no soy más el de antes, que jode, que hace cualquier pelotudez. De ahora en más es pura seriedad. Sí, sabes que sí, pura seriedad. Los 30 son todo, es un numerazo. Voy a ser papá, ya no puedo estar pelotudeando, ¿no Walter?”, siguió Alex.
“Me convertí en conductor, el número uno, como yo ninguno. Aparte soy todo un laburante, no quiero día libre, nada, laburar, laburar, biyuya, biyuya. Estoy acá para vos, para vos que estás en casa, que me acompaña todos los días”, continuó.
“O sea, es una locura, ya no soy más el de antes. Atrás quedó el irresponsable. ¡¡¡Mentira!!! ¡¡¡Siempre soy el mismo, el de siempre, el que hace lo que se le cantan las pelotas!!!”, se rió de su propio acting.
“¿Tenemos una sorpresa? La quiero ya. A ver”, pidió, mientras le acercaban la clásica torta y sonaba la música del “feliz cumpleaños”.
“Vos que venís de las mansiones, hicimos algo bien típico de la Argentina”, le dijo entre risas Walter Queijeiro, describiendo un catering que incluía mortadela, tortas fritas y churros, entre otras cosas.
“Los amo, vamos a ponerlo acá. Después voy a conocer con los desconocidos, con todos”, cerró Alex.
