Rescatistas de Arturo, la mascota que ingresó a la casa de Gran Hermano, pidieron la inmediata restitución del animal debido a los hechos de violencia.

Arturo llegó a la casa de Gran Hermano (Telefe) en medio de tensas peleas y se vio envuelto en violentas situaciones. En ese marco, la agrupación protectora que lo rescató lanzó un fuerte comunicado pidiendo por su bienestar.

“Queremos manifestar nuestro descontento con los hechos que están sucediendo en la casa de Gran Hermano respecto a Arturo, un perro rescatado del maltrato”, expresaron desde Huellitas Perdidas.

A su vez, señalaron que el objetivo de su colaboración con el programa siempre fue “generar un mensaje de concientización sobre la importancia de involucrarse, rescatar, transitar y dar en adopción”.

“Creemos que no fue correcta la decisión, siendo que se sobrepasaron límites, desde que lo que nos respecta, no son sanos para Arturo. Nos equivocamos”, puntualizaron en ese posteo donde dejaron en claro que la casa más famosa del país no estaba en condiciones para él.

La solicitud de los rescatistas

“Solicitamos inmediatamente a la producción de Gran Hermano Argentina la restitución del perro, poniendo a disposición, por parte de esta agrupación, hogar de tránsito, cuidados necesarios y posterior adopción, supeditada a su correspondiente formulario de adopción”, continúa el comunicado. Asimismo, expresaron que previa a su incorporación al programa, el cachorro fue cuidado por las proteccionistas que conforman el grupo, quienes esperaban brindarle una vida mejor.

“Desde ya queríamos informar que el perro siempre estuvo a resguardo de cualquier tipo de acto agresivo y en permanente control por parte de un equipo de profesionales en la materia, aun así, siendo que acontecieron hechos de público conocimiento, ya no es un lugar apto para Arturo, como no lo sería para ningún animal que los padezca”, En alusión a los hechos violentos mencionados por la institución, lo cierto es que la mascota del certamen se ha visto involucrado en ciertas situaciones.

A menos de un mes de su ingreso, el nerviosismo y estrés han reinado su día a día, en especial debido a la irascible actitud de Furia. Ya sea gritándole directamente o a sus compañeros, o bajándolo sin cuidado alguna de las camas, la mujer se convirtió en el centro de atención de las asociaciones que abogan por el bienestar de los animales.